El San Bernardo es el coloso de la especie canina. Es el m�s fuerte, alto y corpulento de los perros. Su imagen portando un barrilito de licor es universalmente conocida. Dicen los americanos de �l que es la perfecta ni�era y es que este perro siente predilecci�n por los m�s peque�os de la familia, sobre los que proyecta todas sus ansias de protecci�n y amor. Pero el San Bernardo no se limita a proteger a los ni�os sino que, incluso, los educa para alejarlos del peligro. Y mucho cuidado debe tener aquel extra�o que trate de ocasionar un da�o a su peque�o protegido, pues toda la furia de sus cien kilos de perro pueden darle una desagradable sorpresa.
El temperamento de la raza es muy alegre, juguet�n, afectuoso y algo terco, como la mayor parte de los perros de gran tama�o. 
Llama mucho la atenci�n que en su comportamiento con el propietario, el San Bernardo se siente un cachorro toda la vida, por muchos a�os que tenga y por muy grande que se haya hecho. En cuanto a su relaci�n con otros perros, es afable y no busca la pelea pero, seguro de su extraordinaria potencia, no tolera que se le trate de avasallar.
Llama mucho la atenci�n que en su comportamiento con el propietario, el San Bernardo se siente un cachorro toda la vida, por muchos a�os que tenga y por muy grande que se haya hecho. En cuanto a su relaci�n con otros perros, es afable y no busca la pelea pero, seguro de su extraordinaria potencia, no tolera que se le trate de avasallar.
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